En SEIC estamos firmemente convencidos de que el futuro del planeta pasa por una drástica reducción en la generación de residuos, el reaprovechamiento de materias y la adopción de procesos industriales productivos altamente responsables.
Por eso, ayudamos a empresas de diferentes sectores a crear y adoptar tecnologías que contribuyan a alcanzar este horizonte, fundamentando nuestra investigación y desarrollo de soluciones en estos principios.
La celulosa es el biopolímero más abundante en la naturaleza: un polisacárido formado totalmente de betaglucosa. Es el componente fundamental de las paredes celulares de plantas y algas, insoluble y resistente a multitud de ataques químicos.
Por eso, es una de las materias sostenibles y renovables que la naturaleza ofrece para la fabricación de muchos productos que, posteriormente, podrán reciclarse hasta su descomposición natural.
Habitualmente se relaciona la celulosa con el papel y, por extensión, con los árboles. Sin embargo, en SEIC buscamos fuentes de celulosa también en plantas y algas, la mayoría rechazos de otras industrias, que se convierten en materia prima para nosotros.
El algodón de los tejidos, la paja residual de los cereales, las cañas, los frutos o las plantas caducas. Éstos son algunos ejemplos de fuentes sostenibles de celulosa que podemos aprovechar.
Un residuo industrial puede ser la materia prima de nuestros proyectos.
Podemos aprovechar el bagazo después de extraer en forma líquida el azúcar de la caña de azúcar. Aprovechar la planta de la tomatera cuando esta ya ha dado sus frutos o la paja de diferentes cereales cuando ya se ha extraído el grano. Y podemos trabajar con algas marinas o recuperar la piel y las cáscaras de los frutos.
En SEIC creemos que la naturaleza nos aprovisiona de lo que necesitamos y hay que saber aprovecharlo de forma responsable.
Un proceso es circular cuando se logra cerrar del todo el círculo. Cuando no se alcanza y solo se cierra una parte del círculo, probablemente se consiguen beneficios económicos, pero también se generan rechazos de gran complejidad.
En SEIC, gracias a las herramientas y conocimiento que nos da nuestra experiencia, tenemos como gran prioridad el cierre de los círculos: eficiencia productiva con residuos mínimos y de fácil tratamiento.